Serán las de este año que agoniza unas navidades sin duda especiales. Más allá de la puñetera crisis que hace casi nada no existía, más allá de las miserias personales de cada cual (aunque las que más escuecen son las propias), allende el consumismo feroz que este año será menos lobo y más caperucita...si conseguimos no despilfarrar, en el perpétuo sueño del número que el día 22 nos quitará de trabajar (o nos quitará de buscar cómo trabajar), lo poquito que nos sobre de esa póliza universal consuelatontos que llaman prestación por desempleo (qué gran país, el nuestro), aún podremos encarar la enésima cuesta de enero con el moderado optimismo que da la aceptación de ser lo que somos.
Qué lejos quedan los diez del beso, las ganas de comerme el mundo y jugar a la guerra con la multinacional que ha explotado un lustro de mi vida. Sentirme apoyado por un sindicato que al final se apoya a si mismo, y a duras penas. Y aunque he echado en falta más de una llamada de apoyo, esas palmaditas que en los tiempos oscuros notabas en la espalda entre pasillo y pasillo, comprendo que, al final, esto es una batalla que cada uno libra consigo mismo, y que el gerente de turno que te babea sus dotes de mando en la cara no es más que un actor secundario en nuestro drama cotidiano.
No es que sean unas navidades más tristes de lo normal (a mi me siguen produciendo más melancolía que otra cosa), pero si están trufadas con una agridulce mezcla de desencanto, frustación y ganas de remontarla.
Felicidades a mis compañeros del Toys (anoto en mi debe el no asistir a la cena del otro día, no tenía el chichi "pa" farolillos ese día). Felicidades a la empresa que me ha facilitado unas vacaciones navideñas que, aunque forzosas, no había disfrutado en siete años (espero que sea verdad que, al final, impera la justicia). Felicidades a todos los actores que han aparecido en el capítulo 2011 de mi vida (cada uno de ellos sabe la fuerza del abrazo que le corresponde).
Felicidades, en fin, a todos los lectores de este rinconcito virtual, que procuro tener preparado para las visitas de los amigos (aunque lo tenga algo descuidado últimamente).
Tristes navidades, alegres navidades, felicidades, más o menos...